Historias de verano: Cordoba

Madrugada, aun en buenos aires, salimos, los bolsos entraban apretadisimos en el coche, un viejo Clio gris del 95', saludamos por ultima vez a nuestra madre, entramos al auto. Tomamos rutas hacia el norte, para luego ir al este, pasamos por la pampa, los campos se iluminaban por la gran luna, las estrellas no se quedaban atras iluminando, pareciera como si fuese la misma capital federal en luces, paramos para tomar algo, él se tomo un café, todavia mantenia lucidez, pareciera que las horas que habiamos recorrido, que ya contaban cinco, no le habian afectado en lo mas minimo, seguimos recorriendo, entramos en un tramo en el cual no se veia nada por una invasion de bichos mas grandes que una libelula que pegaban contra todo el parabrisas, llegamos a Cordoba, paramos por segunda vez, ya salian los primeros rayos del sol, limpiamos lo que mas pudimos del auto, y continuamos, pasamos por los pueblos Rio "x", llegamos a la capital, la cual fue sorpresa, ya que no pensaba que fuera tan grande, debe ser segun censos la segunda o tercera ciudad mas poblada de Argentina, tomamos rutas hacia las cumbres, subiamos y bajabamos, y llegamos a nuestro destino, La Falda, y luego al hotel, llegamos en horario justo para la inscripcion y nos dispusimos a la habitacion.
En dos dias, estubimos conociendo lo gigante del hotel, y viendo los alrededores, ademas de hablar con él y desayunar y todo, de noche, era recorrer 20 o 30 kilometros para ir a una de las ciudades de las cumbres que es icono del entretenimiento: Villa Carlos Paz , alli, era ver un las vegas con estilo europeo pero a la vez con el fino toque de lo argentino.
En otros dias participabamos de competiciones dentro del hotel, conocimos un dique famoso, conocimos mina clavero y cura brochero, buscamos a un familiar el cual no encontramos, pero en cambio encontramos un gran lugar donde pasamos dos o tres horas hermosas.
El viaje de regreso no lo recuerdo, pero recuerdo todo esto y mas de la Cordoba, que con suerte, volvere a visitar.